Cada vez más chicos se reencuentran con sus compañeros y docentes en el aula. El regreso a la escuela puede significar una enorme alegría para muchos estudiantes y docentes, aunque los potenciales riesgos sanitarios pueden generar un ambiente de inseguridad e incertidumbre. ¿Cómo trabajar en ese contexto?

Los ministerios de educación y las escuelas se aseguran de minimizar los riesgos fijando protocolos y condiciones mínimas que deben cumplirse. Sin embargo, son muchas las familias que no consideran seguro el retorno a las aulas. En una reciente encuesta realizada en México, observaron que el 42% de los tutores cree que las escuelas donde asisten sus hijos no tienen las condiciones suficientes para garantizar su salud.
Estas situaciones representan casos en los que se quiebra la confianza entre la escuela y su comunidad. El historiador experto en educación Sherman Dorn remarca la importancia de abordar este tema y no pasarlo por alto.
Fortalecer la alianza con las familias
Las investigadoras Janet Goodall y Caroline Montgomery han estudiado el involucramiento de los padres con la escuela y con el aprendizaje de sus hijos. Según sus estudios, en las comunidades escolares con padres partícipes e involucrados, las discusiones e intervenciones son lideradas en conjunto por instituciones y familias. Dar lugar a las voces de las familias e involucrarlos en la toma de decisiones puede fortalecer la alianza y generar confianza entre ambas partes.
Comunicación de medidas sanitarias
Es importante que las familias estén al tanto de las medidas que toma la escuela para garantizar la seguridad de los estudiantes. Si saben que la institución se preocupa por mantener un espacio seguro, tendrán mayor tranquilidad en llevar a sus hijos al establecimiento. Las medidas escolares deben ser comunicadas eficazmente. Las mismas pueden incluir, entre otras:
Cantidad máxima de estudiantes permitidos por aula.
Esquema de ventilación de ambientes.
Protocolos en espacios comunes y en el recreo.
Protocolos de testeo.
Avance de los esquemas de vacunación en el equipo docente.
Incorporación de nuevas herramientas como medidores de CO2.
Confiar en los estudiantes
Cuando los jóvenes construyen hábitos que ayudan a minimizar los riesgos de contagio, podemos confiar en que la escuela es un espacio seguro para ellos. Es por eso que los educadores y los padres deben enseñarle a los alumnos las buenas prácticas de higiene personal, los cuidados que deben tomar y los protocolos que deben respetar.
La confianza en la comunidad escolar se construye con una buena comunicación. A través de Blended, más de 1500 instituciones han logrado mejorar la comunicación con los estudiantes y sus familias. Kathleen Pacheco, coordinadora académica del Colegio Luis Amigó de Colombia, afirma:
"Antes todo era por Whatsapp y la información la tenían exclusivamente los chicos. Pero ahora, como los padres tienen toda la información importante a su alcance, están informados a la misma vez que los estudiantes."
El reencuentro en la escuela es un momento de alegría para celebrar la educación y celebrar nuestros vínculos en la escuela. Queremos que sea una experiencia segura y amena para todos, y para eso es importante que haya confianza entre la institución educativa y la comunidad escolar. Para profundizar sobre este tema pueden leer esta nota en la que presentamos 5 consejos elaborados por UNICEF para un regreso exitoso a las aulas.